El personal médico y de urgencias es un punto de apoyo a las mujeres que sufren la violencia machista, por eso, están también llamados a denunciar el maltrato. Los traumatismos son una señal de alarma, pero hay otras situaciones de violencia machista silenciada. A través de un juego de mesa, los profesionales aprenden a detectar por qué no hay un perfil de víctima.

Carmen, 75 años, sobredosis de antidepresivos. Angele, 28 años, senegalesa, se ha caído por las escaleras. Julia, 17 años, presenta cuadro de ansiedad. Y así hasta seis casos de mujeres reales que acudieron a urgencias. ¿Cuál de ellas fue víctima de violencia machista? Es lo que debe determinar un equipo de Urgencias del Hospital de Bellvitge en el marco de una formación pionera en España que utiliza un juego de mesa para mejorar la detección en consulta de este tipo de casos.

Esther Lozano, referente de Igualdad del Hospital de Bellvitge, señala que buscan que "los equipos confronten diferentes puntos de vista". "Al final, se pone sobre la mesa muchos prejuicios y estereotipos que todo el mundo lleva en su mochila. También con las opiniones del resto del equipo revisas tus propias creencias", explica Lozano.

La violencia machista sibilina

Esta formación pretende extenderse a más profesionales sanitarios porque descartar casos no es tan fácil como parece, la violencia machista no siempre es tan evidente. Vanesa García, responsable de Igualdad y Políticas Sociales del ICS, explica que "realmente, no se habla de una violencia machista física que estamos acostumbrados a oír en las noticias, hablamos de esa violencia machista sibilina, que no se detecta a primera vista como es la violencia vicaria, la violencia económica, la digital".

Por su parte, Toni Haro, médico adjunto de Urgencias y secretario del Comité de Violencia machista del Hospital de Bellvitge, asegura que "hay veces que nos puede ayudar el contacto visual, el tiempo hablando con la paciente y el motivo de consulta". Porque, discutiendo y razonando, logran afinar una necesaria mirada atenta.

Cada año, hospitales como el de Bellvitge registran decenas de casos. Según los últimos datos de 2021, tan solo en la comunidad catalana se detectaron 9.000 casos de violencia machista en todo el sistema sanitario de Cataluña. Detectar para atajar una auténtica lacra, que desde 2003 ha acabado con la vida de más de 1.230 mujeres en España.