La Guarda Civil los detuvo en Magallón (Zaragoza), en el domicilio de una pitonisa a donde había acudido a reclamar los 145.000 euros que Laparra supuestamente le había pagado por un ritual de amor que no funcionó.
José Laparra quería conseguir que la mujer que amaba le amara de igual modo a él. Para ello, según la Guardia Civil, pagó a una pitonisa la cantidad de 145.000 euros. Un embrujo demasiado caro.
Cansado de que el conjuro no diera sus frutos, Lapuerta quiso recuperar su dinero. Acompañado de tres personas, con una microcámara a modo de botón y una pistola simulada, entró por la fuerza al domicilio de la bruja, para pedirle lo que antaño le pagó.
El padre de la celestina, que asustada se escondía bajo la cama, fue quien avisó a la benemérita, que detuvo al intruso enamorado y a sus secuaces y localizó el dinero en efectivo.
Los cuatro detenidos se enfrentan a un delito de allanamiento, amenazas y extorsión y de pertenencia a banda criminal. Este viernes han pasado a disposición judicial.