Durante dos semanas, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizarán 20.000 controles diarios a los conductores, en coincidencia con la proximidad de las fiestas navideñas, unas fechas en las que es habitual la celebración de comidas y cenas con amigos y compañeros de trabajo.
Ya el año pasado, la Guardia Civil llevó a cabo más de 5,5 millones de controles preventivos y más de 130.000 dieron positivo, lo que representa el 1,8%, si bien este porcentaje ha disminuido sensiblemente en el transcurso de los años, ya que en 2001, por ejemplo, era del 5%.
Según la memoria del Instituto Nacional de Toxicología, de los análisis toxicológicos realizados a las víctimas mortales de accidentes de tráfico el pasado año se deduce que el 45% -es decir, 316- de los conductores presentó resultados positivos en sangre a drogas y/o psicofármacos y/o alcohol. La DGT recuerda que este consumo es el factor de riesgo causante de un tercio de los siniestros mortales, por lo que ha decidido poner en marcha esta campaña de control, a la que ha invitado a sumarse a las policías municipales de los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes.
Si el control de detección de droga resulta positivo, el conductor será sancionado con una multa de 500 euros y la retirada de 6 puntos del carné de conductor. Pero además, si el conductor presenta una sintomatología evidente de conducir bajo la influencia de sustancias psicoactivas, será puesto a disposición judicial imputado por un delito contra la seguridad del tráfico.
En los cinco primeros años de implantación del carné por puntos, el 9% de los infractores y el 14% de los puntos detraídos han tenido como causa conducir con una tasa de alcohol superior a la permitida.
El Código Penal establece penas de prisión de tres a seis meses o multa económica de seis a doce meses (en función del salario personal) o de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días para los conductores que manejen un vehículo de motor bajo la influencia de drogas tóxicas. A lo que se suma, según el Código, la privación del permiso de conducir por un tiempo superior a un año y hasta cuatro años.
Además de los controles en carretera, la DGT emitirá en radio, TV, prensa e Internet diverso material audiovisual para concienciar a la sociedad de los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. Uno de los anuncios muestra cómo las drogas y el alcohol añaden unas "prestaciones" extra en comparación a las que equipan un vehículo y que afectan a la parte más importante de la persona que conduce, su cerebro.
España, avisa la DGT, aparece como uno de los primeros países del mundo en consumo, por ejemplo, de cocaína y cannabis, con el 4 y el 10%, respectivamente, de prevalencia de consumo entre la población en general. Bajo el lema "No conduzcas bajo sus efectos. A tu lado vamos todos", la campaña quiere poner de manifiesto que conducir tras haber ingerido sustancias psicoactivas incrementa entre 2 y 7 veces la probabilidad de provocar o sufrir un accidente de tráfico.
Distorsión de la atención, dificultad en la coordinación, aumento del tiempo de reacción, velocidad excesiva y euforia son algunos de los efectos que produce la ingesta de alcohol y drogas sobre la conducción, que además de provocar más accidentes causa lesiones más graves. T
ambién el consumo de estas sustancias afecta al peatón como usuario de las vías y, así, el año pasado, según el Instituto de Toxicología, 81 peatones, es decir, el 42,19% del total de fallecidos en accidente, presentaron resultados positivos en sangre a drogas y/o alcohol. Someterse a la prueba es obligatorio y negarse a ella, es delito. Así que, ya lo saben: si beben o toman drogas o psicofármacos, no conduzcan. La única tasa segura es la 0,0.