Marie Jean Pierre, de 60 años, fue despedida del hotel Conrad en Miami, EEUU, donde trabajaba lavando los platos, tras faltar seis domingos a su puesto. La mujer siempre había alegado que ella no iba a ir a trabajar los domingos porque ese día es para honrar a dios, según recoge la NBC.

El complejo siempre había respetado su decisión, pero con la llegada de un nuevo jefe de cocina, la situación cambió. Aunque durante muchos meses consiguió faltar a trabajar los domingos, el gerente la despidió por "mala conducta, negligencia y ausencias injustificadas"

No obstante, Pierre no se quedó quieta y decidió denunciar su situación. Ahora, un jurado federal ha obligado a la empresa a pagarle más de 21 millones de dólares como indemnización por haber discriminado sus creencias religiosas.

Unos 6.000 para cubrir los salarios y beneficios que ha perdido desde su despido, 500.000 para intentar compensar el dolor emocional y los casi 21 millones restantes por daños ejemplares (los que se imponen para castigar a un acusado de mala conducta severa). Sin embargo, de estos últimos la demandante solo recibirá 300.000 euros, el máximo permitido.

El abogado de Marie ha declarado a The Washington Post que "lo importante no era el dinero, sino enviar un mensaje contra las empresas que no respetan las creencias". Pese a la victoria de Marie Jean, los abogados del hotel han decidido que apelarán el fallo, ya que según han comunicado "no creemos que esté respaldado por los hechos de este caso o la ley".