El juzgado de lo Penal número 1 de Alcalá de Henares ha condenado a dos cazadores, J.L.G.M y F.C.P, a una pena de dos meses de prisión para cada uno así como cuatro meses de multa con una cuota diaria de cinco euros por un delito de maltrato animal, tras enterrar a una perra viva en estiércol en Alcalá de Henares.

Según establece el fallo, al que ha tenido acceso Europa Press, entre los días 28 y 29 de enero de 2009, ambos cazadores llevaron a una finca de Alcalá de Henares a un perra de raza mestiza de Teckel, propiedad del acusado F.C.P, y una vez allí, dispararon a dicho animal.

Le hirieron en la frente con un perdigón de plomo y le causaron una fractura del hueso frontal del cráneo, así como lesiones hemorrágicas que dieron lugar a disfunción neurológica. La perra estaba viva tras el disparo.

A continuación, los acusados la enterraron bajo un montón de estiércol, donde la dejaron abandonada, emitiendo aullidos y gemidos, por los "intensos dolores y padecimientos", hasta que varias horas después fue hallada en el lugar por terceras personas, aún con vida y conciencia, "agonizando y en estado deplorable".

Ante esta situación, fue necesario proceder a su "eutanasia compasiva" por el veterinario "dada la magnitud de las lesiones y su incompatibilidad con la vida". Tanto el acusado como sus defensas mostraron su conformidad con la calificación jurídica y la pena solicitada por el Ministerio Fiscal, por lo que se dictó la sentencia "in voce", de estricta conformidad con lo acordado por las partes.

Según la presidenta de Justicia Animal, Matilde Cubillo, que se personó como acusación en la causa, "ha sido una gran decepción oír la sentencia". "Este es un caso claro para que los que legislan en nuestro país se levanten de sus asientos y digan basta ya", ha dicho.

Justicia Animal fue avisada por una persona de que oía gemidos de un perro pero desconocía su procedencia. Fue la asociación de animales la encargada de contactar con la Policía.

"Deben tomar conciencia que hechos como estos deben ser castigados de manera más contundente, que los hechos probados que expone la Magistrada no dejan lugar a duda la crueldad de J.L.G.M y F.C.P, cazadores los dos, a la hora de deshacerse de un perro que ya no servía para la caza", ha pauntado Cubillo.