Completamente borracho, el pasajero de un taxi de Reino unido se baja del vehículo en una gasolinera y rocía el interior del coche con combustible para posteriormente prenderle fuego con su amigo dentro y con el taxista justo al lado.

Los agresores lograron escapar pero fueron identificados y detenidos. Ahora, han sido condenados a cinco años de cárcel.