La sección séptima de la
institución judicial, con sede en Elche, ha impuesto también al pederasta
quince años de alejamiento respecto del menor, al que deberá indemnizar con
20.000 euros por los daños morales, y diez años de libertad vigilada.
Los hechos ocurrieron en
la medianoche del 12 de octubre de 2015 cuando el acusado aprovechó que los
padres estaban durmiendo para abusar del niño, entonces de siete años. Según se
relata en la sentencia, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, el
pederasta dijo al pequeño, con el que estaba a solas en el salón de la casa,
que iban a "jugar a mamás y papás".
A continuación, le bajó
los pantalones y los calzoncillos y le sodomizó, lo que provocó que el niño
sufriera una fisura anal y una pequeña hemorragia. La madre del niño se
despertó una hora más tarde y su hijo, que estaba muy asustado, le contó lo que
acababa de suceder, tal y como ha declarado probado el tribunal.
La víctima recibió una
primera asistencia en un centro sanitario y los médicos le administraron un
tratamiento para prevenir el posible contagio de una enfermedad de transmisión
sexual. Sus padres denunciaron dos días después a su compañero de piso, de 39
años y a quien la Audiencia de Alicante ha declarado ahora culpable de un
delito de abuso sexual continuado.
De hecho, durante el
juicio, celebrado el pasado diciembre, el propio pederasta reconoció los hechos
relatados por el menor, según los magistrados, que han tenido en cuenta ambos
testimonios para dictar la condena.