Esta información se publica pocos días antes del inicio de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que tendrá lugar del 6 al 17 de en noviembre en la ciudad alemana de Bonn. En 2016, la concentración atmosférica de CO2 -principal gas de efecto invernadero de larga duración- alcanzó 403,3 partes por millón (ppm), por encima de los 400 registrados en 2015.
Según la OMM, actualmente la concentración de CO2 en la atmósfera representa el 145 % de los niveles preindustriales (antes de 1750). La agencia de la ONU atribuye en parte el aumento récord de 3,3 partes por millón de la media anual al resultado de las actividades humanas combinadas con un intenso episodio del fenómeno meteorológico de 'El Niño'", que ha tenido devastadores efectos en distintas zonas del mundo entre 2015 y los primeros meses de 2016. "El Niño" provocó sequías en las regiones tropicales y redujo la capacidad de los "sumideros" -como los bosques, la vegetación o los océanos- para absorber CO2.
En observaciones directas no se han visto niveles de concentración de CO2 en 800.000 años, asegura la OMM en su boletín. Si se emplean los indicadores indirectos (o proxy) para medir la cantidad de CO2 en la atmósfera, unos niveles similares a los de ahora fueron observados hace entre 3 y 5 millones de años, es decir en el Plioceno Medio, cuando la temperatura era de 2 a 3 grados más cálida y el nivel del mar entre 10 y 20 metros superior al actual.
El crecimiento demográfico, unas prácticas agrícolas más intensivas, un mayor uso de la tierra y el aumento de la deforestación, la industrialización y el uso de energía procedente de fuentes fósiles han contribuido a una aceleración de la tasa de aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera desde el inicio de la era industrial en 1750, dice la OMM.
"Desafortunadamente no hemos visto cifras positivas en la concentración de principales gases de efecto invernadero hasta ahora", dijo en rueda de prensa el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, quien lanzó el mensaje a los gobiernos que hay una "urgente necesidad de elevar el nivel de ambición si queremos cumplir seriamente los objetivos del Acuerdo de París".
El Acuerdo de París marca como objetivo evitar que el calentamiento global supere los 2 grados centígrados a finales de este siglo respecto a los niveles preindustriales, aunque las naciones se han comprometido a hacer todos los esfuerzos necesarios para no rebasar los 1,5 grados.