Desde la habitación en la que está aislado, el marido de Teresa pedía ayuda para paralizar el sacrificio de su perro. Según Sanidad, es la mejor solución para evitar contagio y la Comunidad de Madrid ya ha dado su visto bueno para la 'eutanasia' del animal.
Al grito de "Excalibur, no estás solo" y "Ana Mato, dimisión", decenas de concentrados se resistían a abandonar la puerta de la urbanización donde la enfermera y su marido residen en Alcorcón. De uno en uno, entre cuatro y cinco policías, les han dispersado a la fuerza, lo que llegaba a provocar momentos de "tensión".
Al mismo tiempo, bomberos de la Comunidad de Madrid han entrado en la vivienda para coger al perro, después de que el juzgado Contencioso Administrativo número 1 haya autorizado la entrada para coger al animal.