El aceite de oliva se ha convertido en un producto que muchos no pueden comprar de forma habitual. María José enseña su nevera, donde no existe el pescado. Está en el paro y vive sola con su hijo, no pueden comprar productos frescos: "Ni pescado ni carne". Reconoce que en su casa "no se come bien".

Pero su caso no es el único. "En España el 44% de las familias no pueden acceder a una dieta saludable", cuenta Javier Guzmán, director de Justicia Alimentaria Global. El 70% de los alimentos que consumimos, denuncian, son procesados y esto responde también a su precio. "La alimentación sana ha subido entre un 40% y un 90%", relata Javier.

Alejandro es pensionista, comer sano para él también es difícil. "No es solo la carne o el pescado también el aceite de oliva virgen", explica.

"Lamentablemente comprar un kilo de bollería industrial a veces sale más económico que comprar un kilo de manzanas", destaca Rodrigo Hernándes, de Save The Children. "Que la alimentación sea un derecho y que se empiece a revisar y que la política se implique", expresa Ana Etchenique, vicepresidenta de CECU.

Recuerdan que la mala alimentación influye directamente en enfermedades como la diabetes, las cardiovasculares o el cáncer.