Hacemos la compra en un
supermercado y nos detenemos en la estantería del aceite. Ante nosotros, los
precios más altos en toda una década.
En origen, el precio del
virgen extra ha subido a 3,8 euros el kilo y llega al supermercado con precios de hasta casi seis euros. Una subida
que también encontramos en el virgen: de 3,7 euros en las almazaras pasa a un
precio máximo en los estantes de 4,4 euros. "Ponemos
alarmas porque la gente está tan harta de pagar estos precios que las tenemos
que alarmar porque es lo que más se roba en el supermercado", explica una
dependienta.
Suben las marcas premium
pero también las intermedias y las marcas blancas, con precios que rozan ya los
3,90 euros o incluso sobrepasan la barrera de los cuatro euros. Los agricultores
apuntan a la sequía. "La lluvia no ha llegado cuando era necesario para el
olivo y ha habido un poquito menos de cosecha", explica Carlos Domingo,
agricultor.
Hay menos producción
pero la demanda internacional a España sigue aumentando y eso encarece el
producto. Pero desde los
envasadores aportan una explicación más: el 50% del aceite se compra para
almacenarlo y revenderlo cuando el mercado sea más lucrativo. "Hay inversores
que juegan con el aceite como con", afirma Pablo Moragues, gerente de una
cooperativa. Los envasadores aseguran que notan el alza de precios con una caída del consumo del 9%.