En los cursos especializados de conducción los alumnos aprenden a manejar un coche en situaciones adversas y saber responder en caso de emergencia.
Sergio Fernández, formador de la Escuela de Conducción RACE, explica que “si vivimos una situación de ‘aquaplaning’, lo importante es no realizar gestos bruscos y pasar la situación esperando a que el neumático vuelva a coger adherencia”.
En estas clases los alumnos practican frenadas en curvas con el pavimento mojado y con velocidad para prepararse ante situaciones reales.
Concentrarse en la carretera, mantener la distancia de seguridad y las dos manos al volante es imprescindible. Ante una frenada de emergencia lo importante es pisar el pedal a fondo y sobre todo no realizar gestos bruscos si no queremos perder el control. No mover el volante y tener la presión adecuada en los neumáticos es clave.
Si se deforman los flancos del neumático, se reduce la superficie de contacto con el suelo y podemos provocar un accidente.
Son unas técnicas de conducción que permiten que nuestro viaje bajo la lluvia vaya sobre ruedas.