Al cerdo ibérico le ha salido un familiar poco reconocible al otro lado del Atlántico, y es que en Estados Unidos se están comercializando productos como ibéricos, ya que proceden de esta raza, pero que comen cacahuetes en vez de bellotas y no viven en una dehesa.

El Ministerio de Agricultura asegura que pese a que en Europa está protegido, en EEUU no existe ninguna legislación que ampare a las indicaciones geográficas en alimentos.

En España, un Real Decreto establece las condiciones de los ibéricos, pero las instituciones no pueden proteger razas vinculadas a un territorio concreto en países de Asia o América.

Elena Diéguez, secretaria técnica de ACERIBER, explica que "el consumidor abandona el consumo de ese producto porque no satisface sus necesidades y sus gustos y dejaría de consumir el auténtico ibérico".

Desde el sector ganadero reclaman unión para crear una figura de calidad, como la Indicación Geográfica Protegida, que vele por el buen uso del nombre.

Andrés Paredes, director Interprofesional del Cerdo Ibérico pide "un órgano de control para que todo lo que vaya bajo esa marca de certificación o marca colectiva cumpla con un manual de uso y unas condiciones".

Las empresas que lo comercializan en Georgia o Texas ya han visto sus pedidos agotados y tienen hasta lista de espera. De los acuerdos entre ganaderos e instituciones dependerá el futuro de los productos ibéricos tal y como los conocemos.