Como Isabel, casi un millón de jóvenes españoles quiere trabajar y no puede. "Echas una oferta y hay 3.000 personas, así, literal: se te hace muy duro ver esa realidad", afirma.

Alba es profesora de español para extranjeros y estaba a punto de acabar Políticas. Y utilizamos el pasado porque sin trabajo y sin prestación por desempleo, terminar la carrera es ya misión imposible.

"Nunca he tenido prestación. Yo jamás en la vida he cobrado paro porque nunca he llegado a cotizar un año entero. Siempre mi vida laboral ha sido muy precaria, con contratos temporales: un contrato indefinido no sé lo que es", asegura.

Por eso se van. Desde que empezó la crisis 400.000 jóvenes españoles han intentado probar suerte en otros países. Nacho es uno de ellos. "Veía que en España se cerraban mucho las puertas, que ves que cada día los contratos son malos".

Ricardo Ibarra, Presidente del Consejo de la Juventud de España, señala que "el índice de migraciones está aumentando de una manera exponencial, sobre todo en mayores de 30 años y lamentablemente creemos que esto va a ir a más porque no hay soluciones que se estén planteando en nuestro país".

¿Y cómo ven el futuro? "Yo ya no tengo futuro. Ya no voy a llegar al mínimo de cotización por la edad que tengo. Solo tengo 9 meses cotizados y ya no llego al mínimo por haber ampliado la edad mínima de jubilación".

Una generación con toda la vida por delante pero con un futuro, cuando menos, borroso.