En la fase final del juicio por el asesinato de Gabriel Cruz, se ha leído la carta que Ana Julia Quezada envió al padre del pequeño el pasado mes de junio para pedirle "perdón" a él y "a todos los familiares". Tras la lectura de la misiva y la declaración de la acusación, Ana Julia se ha derrumbado.

"No tengo palabras para decirte esto, pero quiero que sepas que no tengo excusas para lo que hice. Sé que se dicen muchas cosas, pero no todas son ciertas, solo sé seguro que el miedo te bloquea y eso me pasó a mí", comenzaba la carta.

"Entiendo que no me creas porque es lo más normal, pero no tuve el valor suficiente para decirte que por un lamentable accidente te quité lo más grande que uno puede tener", continuaba.

Además, la autora confesa del crimen señaló que no le "importa que tenga que pasar toda la vida (en la cárcel)" y que lamenta "todo el daño" que ha hecho "sobre todo a Gabriel, a Patricia y a todos los familiares".

En la carta reccordó algo que también dijo en el juicio, "lo que pasó es que no pude sacar la fuerza para decirlo, me metí en una bola cada vez más grande y con pastillas lo intenté sacar de mi cabeza".

"No quiero excusarme, lo que hice está muy mal, pero quiero pediros perdón a todos, sobre todo a vosotros, Ángel y Patricia. Espero que algún día en vuestro corazón me perdonéis", concluía.