De un Ibiza negro sale una persona encapuchada, con guantes y se mete en el Audi de al lado para robar un bolso. Lo que no sabe este ladrón es que allí también hay dos coches con un policía nacional y un guardia civil fuera de servicio, pero dispuestos a actuar. El Policía sale y lo intercepta, y su amigo guardia civil le ayuda reducirlo.

"Me identifico como policía. Se sorprende, no sabe si creérselo o no", explica uno de los agentes. El ladrón se resiste. Trata de ayudarles el empleado de la gasolinera. En el Ibiza negro el delincuente tiene un compañero, que trata de atropellar a los agentes. Y gracias a esa maniobra, el ladrón consigue escapar.

La mujer a la que trataron de robar llevaba 3.000 euros en el bolso, por lo que el robo podía estar premeditado. "Llevan seis o siete meses actuando en esa gasolinera cercana a un polígono industrial de negocios de nacionalidad china", relata un agente. La Policía Nacional se encuentra tras la pista de estos ladrones.