Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado están buscando a un condenado por asesinato y violación que no ha regresado a la cárcel de El Dueso, en el municipio cántabro de Santoña, tras un permiso penitenciario de una semana.
El recluso, condenado a 26 años y seis meses de prisión por violar y asesinar en una cafetería de Vitoria a una empleada de la limpieza el 14 de diciembre del año 2000, debía haber regresado a la cárcel, según la información publicada por El Diario Montañés y confirmada por fuentes policiales.
Al no regresar el domingo, desde la prisión de Santoña enviaron una comunicación a todas las jefaturas de la Policía Nacional y las zonas de la Guardia Civil para poner en marcha el dispositivo para su búsqueda y detención.
Para ello, las unidades de ambos cuerpos, también las especializadas en violencia contra la mujer, y sus patrullas cuentan con una fotografía y la descripción del recluso para "estar atentos" por si le viesen al algún lugar, tanto en la comunidad de Cantabria como en el resto de autonomías ya que "se desconoce" donde puede estar.
Fuentes policiales han señalado que la búsqueda es "global", en todo el país, porque este hombre ha podido acudir "a cualquier sitio" durante su permiso penitenciario. Así, según han apuntado las mismas fuentes, es "probable" que no esté en Santander, de donde es natural, ni Cantabria, aunque aquí se encuentre la cárcel en la cumple su condena tanto por el crimen cometido en diciembre del 2000 en Vitoria como por una agresión sexual cometida un mes antes y por la que fue condenado a nueve años.
En cualquier caso, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad piden "tranquilidad" a la población porque ya están "activados" todos los protocolos pertinentes para localizar a este hombre y "proceder a su detención y puesta a disposición judicial inmediata", aunque confían en que el fugado "entre en razón" y regrese por propia voluntad a la prisión de Santoña.
"Le habían lavado el cerebro"
De California a Manresa para rescatar a su hermana de una secta: "El cura me agarró y me tiró al suelo"
El contexto Adriana di Gerónimo se enteró de que su hermana estaba recluida en una congregación católica que había recibido denuncias por abusos sexuales. Al recibir la noticia, no dudó en dirigirse a Manresa para ayudarla.