En Santiago de Compostela, un grupo de personas está atemorizando a los hosteleros por sus repentinas 'marchas'. La conocida como 'banda del simpa' lleva todo el verano actuando en la ciudad, dejando notables pérdidas a varios locales después de comer, beber... y no pagar.

Gustavo Mato, del Café La Morera, cuenta cómo había un chico y una chica en la terraza cenando cuando, poco antes del cierre, ella se marchó primero. "Después él entro dentro y dijo que tenía el móvil sin bateria, lo puso a cargar un poquito. Yo bajé un momento al almacén y cuando subí ya no estaba ni el móvil ni los chicos, se habían ido sin pagar", detalla, dejándoles a deber un total de 60 euros.

En otro restaurante italiano la cuenta ascendió a 80 euros, pidiendo una botella de vino, almejas, pizzas, un coulant y dos cafés. "Mi hija cuando vio lo que pidieron me dijo: 'Mamá, estos seguro que se van marchar'", cuenta Michela Saponaro, de 'L'Incontro'.

Aunque en cada restaurante actúan de distinta manera para salirse con la suya, hay algo que se repite en cada uno de estos 'simpas': marcharse en el momento más concurrido del local.

Estos negocios no son los únicos afectados. Varios ya lo han denunciado a la Policía Nacional, aunque hay otros que prefieren no hacerlo. Son considerados delitos leves si no superan los 100 euros y podríamos hablar de estafa si el 'simpa' superara los 400 euros. Denunciar este tipo de infracciones es clave para frenarlas.