Para Chiara su prótesis es un complemento más, no se siente menos guapa por ella y por eso decidió participar en el certamen de Miss Italia nada más cumplir 18 años. Tiene el objetivo de derribar barreras en el mundo de la belleza, repleto de prejuicios y estereotipos.

El muro lo ha tirado a base de tozudez y conciencia: es la primera Miss italiana con una pierna biónica. Su tercer puesto en el certamen de Miss Italia supone toda una lección para sus críticos. Para ella, su carrera como modelo es todo un triunfo con el que quiere lanzar un mensaje al mundo: "En la vida hay momentos difíciles y lo importante siempre es superarlos".

Chiara ha dejado atrás incluso los insultos que ha recibido a través de las redes sociales: la acusan de que sólo está ahí por su discapacidad, la llaman lisiada... Su respuesta vuelve a ser rotunda: "Me da pena porque a mí me falta una pierna, pero usted no tiene cerebro ni corazón".

A los 13 años, Chiara sufrió un accidente de tráfico. Un coche arrolló la moto en la que viajaba con su hermana y durante nueve meses vivió un infierno en el hospital que terminó con tres operaciones para amputar su pierna izquierda: "No sabía cómo volver a una vida normal, a caminar de nuevo".

Con el incansable apoyo de su familia, Chiara comenzó a derribar barreras y con 15 años se arrancó en las pasarelas como modelo, plenamente convencida de que su discapacidad no le impediría cumplir sus sueños.