Un bebé enorme llorará durante una semana en la Plaza del Reina Sofía de Madrid. Se trata de la escultura hiperrealista de la artista Cristina Jobs, un monumento que pide a llantos una ley específica que proteja la lactancia en público. Y lo hace de la mano de la campaña 'Quien no llora no mama' de la organización Teta&Teta.

El objetivo de la misma es denunciar que el 85% de mujeres creen necesario ver protegido su derecho a amamantar en público, ya que un 63,5% de mujeres se han sentido juzgadas por dar el pecho y un 15% asegura que se les ha llegado a llamar la atención por ello, invitándolas a taparse o irse a un espacio más reservado, según un estudio de LOLA MullenLowe y LinQ Market Research España realizado a finales del 2022 entre 200 madres lactantes entre 18 y 50 años.

Desde la entidad, su portavoz ha defendido en la presentación de la obra de arte que se necesita una ley específica que incumbe al Gobierno al completo. No solo al de Ministerio de Igualdad, ya que, según ha destacado, se trata de un tema que afecta a Sanidad, Derechos Sociales o Economía. Así, ha instado a la sociedad a firmar en la web quiennolloranomama.org para que su petición se pueda hacer realidad.

La jurista experta en Derechos Humanos, Violeta Assiego, ha señalado en declaraciones a Europa Press que, a pesar de que ninguna ley prohíbe la lactancia materna en público, la falta de una regulación que proteja este derecho hace que a mujeres y niños aún se les discrimine en sitios públicos como museos, restaurantes o bibliotecas, entre otros.