La alarma saltaba hace ya casi una semana. Sudáfrica anunciaba que habían detectado unanueva variante del coronavirus que no presentaba los síntomas habituales. Ahora, los países comienzan a tomar medidas mientras la comunidad científica trata de analizar contrarreloj los efectos de esta nueva variante bautizada como Ómicron. Aunque la información sobre cómo se manifiesta aún es escasa, por lo temprana de la detección, esto es lo que sabemos de sus síntomas.

La doctora sudafricana Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica y una de las primeras en dar la voz de alarma sobre esta nueva cepa, señala que por ahora los pacientes con ómicron tienen síntomas "muy leves", que no han obligado a ninguna hospitalización.

Coetzee, que también forma parte del Comité Asesor Ministerial sobre Vacunas, explica que que, a diferencia de la variante Delta, hasta ahora los pacientes no han informado pérdida del olfato o el gusto y no ha habido una caída importante en los niveles de oxígeno con la nueva variante.

Fatiga severa, dolor de cabeza y corporal

Su experiencia hasta ahora ha sido que la variante afecta a personas de 40 años o menos. Casi la mitad de los pacientes con síntomas de ómicron que trató no estaban vacunados. "El síntoma clínico más predominante es la fatiga severa durante uno o dos días. Con ellos, el dolor de cabeza y los dolores corporales", explica.

A pesar de estas declaraciones, otros expertos sudafricanos piden no sacar conclusiones anticipadas porque creen que la situación podría cambiar en las próximas semanas.

"Las observaciones de los médicos clínicos sobre el terreno son siempre importantes y nos apoyamos considerablemente en ellas, pero tenemos que ser cautos con los informes tempranos de que todos los casos de esta variante son suaves", puntualiza el especialista en enfermedades contagiosas Richard Lessells, a través de las redes sociales, tras las expectativas generadas por Coetzee.

Lessells hace hincapié también en que muchos de los casos que está registrando en estos días Sudáfrica -en general, no específicamente los ya identificados con la variante ómicron- fueron entre personas jóvenes. "Con esto y con la demora temporal (necesaria) para que las infecciones progresen hacia la enfermedad severa y la hospitalización, solo podríamos esperar ver el impacto en las hospitalizaciones en las próximas semanas", recalcó este experto a través de Twitter.

Posible mayor transmisibilidad

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que aún se desconoce si la nueva variante es más contagiosa o grave que las variantes conocidas hasta ahora. Así, los expertos de la OMS, sudafricanos y de otros países están trabajando ya para "comprender mejor las características de ómicron", pero "hasta este momento, no está claro si es más contagioso en comparación con otras variantes, como la delta", ha apuntado la OMS en un comunicado.

"El número de personas que dan positivo ha subido en zonas de Sudáfrica afectadas por esta variante, pero hay estudios epidemiológicos en marcha para saber si es debido a la ómicron o a otros factores", ha explicado el Grupo de Asesoramiento Técnico sobre Evolución de Virus de la OMS.

El organismo de la OMS sí reconoce que hay datos que apuntan a una mayor tasa de contagios entre personas que habían superado previamente la enfermedad. Los contagios de los que se ha informado corresponden a individuos más jóvenes que tienden a sufrir síntomas más leves, "pero para comprender el nivel de gravedad de la variante ómicron llevará varios días e incluso semanas". También se estudia la interacción de esta variante con las vacunas y su efectividad, así como la eficacia de las pruebas PCR y los tratamientos ya existentes. Para ello se necesita tener más información.

Esta variante se notificó por primera vez a la OMS desde Sudáfrica el 24 de noviembre, mientras que la primera infección confirmada por esta variante de la que se tiene constancia procede de una muestra recogida el 9 de noviembre.

Según los primeros hallazgos en el laboratorio, esta variante no cuenta con uno de los tres genes diana (lo que se denomina abandono del gen S o fallo de la diana del gen S) y, por tanto, la OMS considera que la PCR "puede utilizarse como marcador de esta variante, a la espera de la confirmación de la secuenciación".