La Organización Mundial de la Salud ha anunciado hoy que es probable que ómicron se propague internacionalmente, lo que representa un riesgo global "muy alto" en el que los aumentos repentinos de covid-19 podrían tener "consecuencias graves" en algunas áreas. Así, la recomendación del organismo es acelerar la vacunación de los grupos más vulnerables y "garantizar que existan planes de mitigación" para mantener los servicios de salud esenciales.
"Ómicron tiene un número sin precedentes de mutaciones de pico, algunas de las cuales son preocupantes por su impacto potencial en la trayectoria de la pandemia", dijo la OMS. No obstante, piden más tiempo investigar y comprender mejor el potencial de ómicron para escapar de la protección contra la inmunidad inducida por vacunas e infecciones previas, señalan, a la espera de más datos en las próximas semanas. "Se esperan casos e infecciones de COVID -19 en personas vacunadas, aunque en una proporción pequeña y predecible", añade la OMS.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha advertido de que la aparición de ómicron es "otro recordatorio" de que la covid-19 "no ha terminado con nosotros" y de que "lo ganado con esfuerzo podría desaparecer en un instante".
En la misma línea se manifestaba este domingo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que pedía "prepararse para lo peor". "Nos tomamos muy en serio esta variante ómicron y sabemos que estamos en una carrera contra el tiempo", afirmaba.
Así, el Gobierno del Reino Unido ha convocado para hoy mismo una reunión urgente de ministros de Sanidad del Grupo de los Siete para abordar la situación. Estos son Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón, además de la Unión Europea como invitada.
En España aún no se ha detectado ningún caso de este variante pero desde hoy se impone diez días de cuarentena a todos los viajeros procedentes de zonas consideradas de alto riesgo. En concreto vuelos que lleguen, con o sin escalas intermedias, desde cualquier aeropuerto situado en Botswana, Eswatini, Lesotho, Mozambique, Namibia, Sudáfrica y Zimbabwe.
Quedan excluidos los pasajeros en tránsito que sean residentes o titulares de visados de larga duración de países europeos y Estados asociados Schengen, Andorra, Mónaco, El Vaticano o San Marino, que se dirijan a esos países, así como el personal aeronáutico necesario para llevar a cabo las actividades de transporte aéreo.
Fuera de nuestra fronteras, Reino Unido ha reintroducido la mascarilla en espacios cerrados y exige una PCR negativa para entrar al país, mientras que Australia e Israel también han cerrado sus fronteras. Marruecos ha suspendido los vuelos extranjeros y la UE, Canadá, Brasil y EEUU han cancelado vuelos a siete países, los primeros países en los que se detectaron casos de la nueva variante (Sudáfrica, Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia, Mozambique y Zimbabue).
¿Qué sabemos de ómicron?
Lo cierto es que por ahora la información sobre este nueva variante es escasa y los expertos piden más tiempo de investigación.
Los casos de covid-19 relacionados con la nueva variante que se detectaron hasta la fecha en Sudáfrica fueron "suaves", si bien el número de contagios identificados aún es bajo para sacar conclusiones y la situación puede cambiar en las próximas semanas, según expertos sudafricanos.
"Los síntomas son suaves (...) Dentro de dos semanas podríamos tener una imagen diferente, pero por ahora así es como es", indicó la doctora sudafricana Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, en declaraciones a la cadena de televisión local Enca.
En opinión de esta médica, a la vista de lo observado por los facultativos, la situación por el momento no justificaría el "pánico" generado. Otros expertos del país, sin embargo, inciden en que es muy pronto para extraer conclusiones dado el escaso número de casos identificados.
¿Se necesita una vacuna específica?
Desde que la nueva variante fue identificada a mediados de la semana pasada, los principales fabricantes de vacunas contra la covid-19 en occidente, entre ellos los estadounidenses Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, empezaron a probar la efectividad de sus productos contra esta cepa.
Pfizer y su socio alemán BioNTech emitieron un comunicado el viernes en el que explicaron que sus laboratorios ya están analizando esta variante para determinar si su vacuna (una de las más usadas en EEUU y en países europeos) podría necesitar algún tipo de "ajuste".
Por su parte, Moderna alertó de que las mutaciones observadas en la variante son "preocupantes" y explicó que probará varias dosis de refuerzo de su vacuna para ver cuál es la reacción.
Johnson & Johnson, que comercializa su vacuna en Europa bajo el nombre de su subsidiaria Janssen, apuntó que ya está probando la efectividad de su producto "contra la nueva variante de rápida propagación que se identificó en el Sur de África".
También la estadounidense Novavax y la británica AstraZeneca dijeron estar analizando el efecto de sus vacunas contra esta nueva variante.
La farmacéutica estadounidense Moderna ha situado el hipotético desarrollo de una nueva inyección adaptada a la variante ómicron para principios de 2022.
"Si tenemos que crear una vacuna completamente nueva, eso será a principios de 2022", aseguró en una entrevista en la cadena BBC el jefe médico de Moderna, Paul Burton.
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