Patatas o coliflor pasada, pan con moho... Son los alimentos que, según algunos trabajadores de la residencia pública de mayores de Arganda del Rey en Madrid, han tenido que servir en los últimos días a sus residentes.

"Hemos tenido unos días muy malos", aseguran los afectados a laSexta. Lo tachan de "horrible" y "vergonzoso".

El pasado jueves Santo, los alimentos llegaron podridos a la residencia. Fueron los propios trabajadores los que llamaron a la empresa proveedora de los productos, Plataforma FEMAR, que mandarán otra partida. El viernes Santo llegó la nueva partida, también patatas negras.

Ante la falta de género, no tuvieron otra que aprovechar lo que pudieron, como vemos en el vídeo que acompaña a esta noticia.

No es la primera vez que ocurre

Los familiares de los residentes aseguran no es la primera vez ocurre. La hija de una de ellas asegura que su madre "lleva unos meses diciéndolo, tanto ella como compañeras de planta".

Otros residentes, como Gabriel, deciden actuar por su cuenta. Cuando no ve que la comida "no es buena, la dejo y me compro otra". Él porque se vale por si solo pero, en esta residencia de Madrid, hay personas dependientes, lo que más preocupa a las familias. "A mi esas imágenes me generan preocupación, evidentemente, y no me parece lo mas adecuado para estar ateniendo a personas que son tan vulnerables", denuncia una familiar.

Javier González, del sindicato CSIT Unión Profesional, asegura que este no es un caso aislado: "Es un problema estructural, ocurre en todos los centros donde sirve la Plataforma FEMAR. Ocurre en todos los centros de dependientes a los que la Comunidad de Madrid les ha asignado este proveedor de alimentos desde finales de verano 2022".

La Comunidad de Madrid pone en duda las imágenes

Ya entonces CSIT alertó a la gerencia de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), que es el organismo del que depende la gestión de los centros públicos de mayores, menores y personas con discapacidad, con altos grados de dependencia.

Y, en noviembre, la Comunidad de Madrid sancionó a la empresa por no cumplir con los estándares de calidad de los alimentos. Aún así, el contrato se mantuvo. Desde entonces, la Comunidad asegura a laSexta que no ha habido ninguna incidencia.

González desmiente la palabra de la gerencia: "Me duele mucho que digan eso porque ellos guardan todos los registros, todas las incidencias". E invita a que "las enseñen, porque se les pondrá la cara colorada".

Por el momento, mientras unos se preguntan que comerán mañana, la Comunidad pone en duda la veracidad de las imágenes.