Una amiga de Asunta asegura que vio a la niña con su padre en el centro de Santiago: "Me crucé con Alfonso Basterra y Asunta por la calle".

No tiene dudas pero, sin embargo, Alfonso declaró que no salió en toda la tarde de su casa: "Cuando terminé de hacer las famosas albóndigas y de recoger toda la loza y de fregar, me puse a leer". La versión de la amiga de Asunta perjudicaría a Alfonso, pero para Rosario Porto es una ventaja.

A favor de los dos está la declaración del vecino de Teo, que pasó hasta en tres ocasiones al lado del lugar donde apareció el cadáver y no lo vio: "Yo no soy Dios, pero que la niña pudiera estar ahí, es muy difícil".

A esa hora Porto y Basterra ya habían puesto la denuncia, por eso, según esta versión ninguno de los dos podría haberlo trasladado hasta allí.

El Lorazepam también es una pieza clave para incriminarles. Basterra ha reconocido que compraba asiduamente Orfidal, y Rosario Porto lo consumía, pero las cantidades no terminan de cuadrar.