Carmen Merino, la acusada dedecapitar a su pareja en Castro Urdiales y cuyo cráneo apareció en una caja que ella misma había entregado a una amiga en 2019, ha respondido a las preguntas de su abogado durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Cantabria.

La investigada ha negado que le entregara una caja a una amiga con la cabeza de su pareja en el interior y ha apuntado que en ese paquete había juguetes sexuales que no quería que vieran los agentes si registraban su casa.

"Había comprado cosas íntimas. Juguetes sexuales. Le hice la broma de meterlo en una bolsa de basura y se lo envolví en un papel de regalo. Lo tenía allí esperando a que viniera (su pareja). Me daba vergüenza que si por casualidad la Policía iba a casa y se encontrara eso allí. Le dije (a su amiga) que tenía juguetes sexuales allí y que me lo guardara", ha explicado.

Carmen también ha negado que ella hiciese las búsquedas macabras que había en su historial de internet y que fueron detectadas por los investigadores. Entre las que se encuentran "cuánto tarda en descomponerse un cadáver" o "si mi marido desaparece, cobro la pensión".

"Cuando vi el informe me sonó muy raro", ha dicho en el juicio, asegurando que no recibía ninguna pensión de Jesús María: "No tenía pensión. La pensión que yo recibía y recibo es del padre de mis hijos. No cobraba entonces ni voy a cobrar nada".

Sobre la desaparición de Jesús María, previa a la aparición de su cráneo, Carmen ha asegurado que se fue de viaje con unos amigos que ella no conocía en febrero de 2019: "Me dijo, 'Carmen, me he encontrado a unos amigos del banco que hacen senderismo, van a ir hasta Santiago, ¿te importa que vaya con ellos?' Hizo la maleta y se fue".

La acusada asegura que "el problema vino" cuando dejó de recibir noticias suyas: "El me llamaba a cada paso que daba. El primer día pensé que no tendría cobertura, pero cuando fueron pasando los días...". Dos semanas después de eso, ha declarado, Jesús María volvió a casa a recoger dinero "descuidado y muy nervioso".

Carmen sostiene que quiso denunciar la desaparición, pero que fue la propia familia de él la que se opuso desde el primer momento. "Yo le transmití a su hermano mi preocupación porque Jesús no llamaba. Él no estaba preocupado, estaba muy tranquilo".

"Yo veía a la familia muy tranquila, poco preocupada. Yo, al no ser su mujer legal, pensaba que tenia que denunciar un miembro de la familia. Por más que insistía me decían que la familia no quería presentar denuncia", ha asegurado.

La Fiscalía sostiene que lo asesinó con alevosía y luego se deshizo del cuerpo. Según la Guardia Civil, el móvil del crimen fue económico, pero ella lo ha negado. La investigación apunta a que para deshacerse del cuerpo, la acusada compró una motosierra y luego buscó en Internet qué hacer en caso de que se atascara. La Fiscalía pide para ella 25 años de prisión.