La muerte de un niño de cuatro años encerrado en una lavadora de Magaluf ha generado muchas preguntas acerca del accidente, algunas de ellas resueltas por la autopsia, que ha confirmado que el menor no intentó abrir la puerta del electrodoméstico y que "se quedó dormido".
Así lo ha confirmado María Teresa, abuela el menor: "Lo que nos ha dicho el forense es que él se fue quedando dormidito y se quedó dormidito".
Según ha relatado tanto la abuela como su tía de 17 años, el menor estaba a su cuidado dado que ese día no había colegio. Como tanto la tía como el menor estaban dormidos, María Teresa se fue a comprar y cuando volvió, encontró al menor encerrado en la lavadora.
La abuela comentó que el niño solía esconderse para dar sorpresas y así fue también aquel día: "No la despertó (a su tía), se fue a la terraza y se escondió para darme una sorpresa".
Cuando le encontraron y sacaron, su tía intentó reanimarlo sin éxito: "Yo le hacía compresiones y cuando llamamos (a emergencias) nos dijeron que había que hacer también el boca a boca".
Por último, María Teresa explicó que la lavadora estaba en la terraza y sin enchufar, pero que cuenta con un imán que impide que se abra desde dentro: "Se supone que acercó la puesta al esconderse y al hacerlo, cierra y ya no se puede abrir".