A través del escrito solicita que se ordene la inscripción en el Registro Civil del fallecimiento de los menores Ruth y José Bretón Ortiz, haciéndole entrega de los restos a su madre para proceder a su enterramiento y, con carácter subsidiario, solicita que se constituya en depositaria de los mismos a la Policía Nacional.

Del mismo modo, indica que ambas peticiones están basadas "en razones de humanidad" y además las considera "perfectamente compatibles o si se quiere, conciliables", con las eventualidades que pueden surgir en el desarrollo y resolución de los recursos que pueda interponer el letrado del condenado José Bretón por la muerte de sus hijos, ya que "sobre los restos no habría que realizarse ninguna pericia o análisis complementario".

Carrero solicita la entrega de estos huesos al entender que la Ley de Registro Civil señala "literalmente que será necesaria sentencia firme, expediente gubernativo u orden de la autoridad judicial que instruya las diligencias seguidas por muerte violenta, que afirman sin duda alguna el fallecimiento, para inscribir éste cuando el cadáver hubiere desaparecido o se hubiere inhumado antes de la inscripción".

Por ello, la letrada destaca que se admite la inscripción del fallecimiento "no sólo cuando haya existido una sentencia judicial firme, sino además cuando exista una orden de autoridad judicial a la que no se le exige requisito de firmeza, pudiéndose proceder en este caso a la inscripción del fallecimiento con su correspondiente enterramiento". En este punto, asegura que "en tanto no se practique la inscripción no se expedirá la licencia para el entierro".

Directamente a la Iglesia
A su vez, en defecto de estimación del pedimento anterior, la letrada solicita que los huesos queden bajo custodia de la Policía Nacional de Huelva. El objeto de dicha petición es que, con esta misma custodia policial, y habiendo previamente introducido los restos en una caja fuerte que esta parte dispensará al tribunal, y cuya llave quedará bajo custodia del mismo, puedan trasladarse a Huelva directamente a la Iglesia Santa Teresa de Jesús, con el fin de poder celebrar una misa por el descanso de los menores, y tras la misa la propia Policía los llevará hasta sus dependencias como custodia de los mismos, quedando dichos restos a disposición de los tribunales correspondientes.

"Tendrá sus restos cerca y habrá podido cerrar un capítulo para ella importante"

De todo lo expresado, según argumenta Carrero, está al tanto la Policía Nacional, conforme a lo peticionado, quien además se presta a ir hasta el tribunal a recepcionar los restos una vez que se introduzcan en la caja fuerte y se dispongan de las máximas garantías para su conservación, diligencia que además podría grabarse comprometiéndose esta parte a proporcionar el tribunal los medios técnicos para ello.

Con esta medida, prevista legalmente, señala que Ruth Ortiz no podrá enterrar a sus hijos pero "tendrá sus restos cerca y habrá podido cerrar un capítulo para ella importante, como es celebrar una misa por su descanso".