Comer más sano, hacer deporte, estudiar inglés… Acabamos de inaugurar un nuevo año y, como es habitual, nos proponemos cambiar algunos hábitos. En estos tiempos en los que tenemos tan presente la huella ambiental o el cambio climático, también deberíamos incluir en nuestro listado de cambios algunos propósitos para reducir nuestro impacto ambiental. Si no sabes cómo, aquí te damos algunas ideas para que tu 2022 sea más sostenible.

Consumir con cabeza

Estamos a punto de pasar las fechas de mayor consumo y como siempre cabe hacer una reflexión sobre nuestros hábitos de consumo: ¿podemos empezar a consumir con conciencia? Por ejemplo, dentro de lo posible, alarga la vida útil de los objetos, o repáralos. Además, si hay la posibilidad, elige consumo local, muévete en transporte público o bicicleta y utiliza bombillas leds en tu decoración navideña y, ahora que buscamos más planes de exteriores, si estás fuera de casa no dejes basura en entornos naturales. Presta especial atención a todo aquello que usamos a menudo desde la aparición de la pandemia y que no es biodegradable, como mascarillas y guantes.

Estar en contacto con la naturaleza

El estrés del día a día y la vida en la ciudad no nos deja apenas tiempo para estar en contacto con la naturaleza. Vivimos entre asfalto, vehículos y edificios, cuando hay un mundo inmenso por descubrir y disfrutar. Por eso, aprovecha los fines de semana y vacaciones para salir a tomar contacto con la fauna y la flora.

Estar en contacto con la naturaleza ayuda a tomar conciencia más de los bienes naturales que tenemos y a tener una vida más sostenible una vez que volvamos. Además, a los niños les encanta aprender de dónde sale la comida realmente, o algo tan básico como que el zumo viene de las naranjas. Por otro lado, la sensación de bienestar que proporciona pasar tiempo en el campo es impagable.

Recoger la basuraleza que nos encontremos

Y no hay que decir el servicio que haremos a la naturaleza si aprovechamos esas visitas para recoger todos residuos que encontremos. La basuraleza, ese término que usamos para toda la basura que encontramos en el entorno natural, no solo afea el paisaje, sino que contamina y puede perjudicar a la fauna.

Reciclar más, reciclar mejor

Con el nuevo año que entra otro de los buenos gestos que podemos hacer es revisar nuestras prácticas en reciclaje: ¿separamos todo lo necesario? ¿Podemos añadir algún cubo o recipiente más? Y cuando estoy fuera de casa, ¿hago lo suficiente por reciclar?

Una divertida manera de saber si estás al día del reciclaje y si puedes separar mejor tus residuos es tomártelo como un juego: puedes ponerte a prueba en nuestro trivial del reciclaje y saber si has reciclado bien durante estas Navidades.

Para ayudarte a hacerlo casi sin darte cuenta, aquí te dejamos algunos trucos para incorporar este hábito a tu día a día: ten un recipiente para cada tipo de residuos, lee la información de los envases y comprímelos para que ocupen menos.

Visita el punto limpio

Muchos de los residuos que generamos no van a los contenedores habituales porque necesitan un tratamiento específico y debemos llevarlos al punto limpio. Lo que pasa es que lo habitual es que este no se encuentre a las puertas de nuestra casa como los cubos de basura gris, y esto pueda darnos más pereza.

Lo primero, te animamos a tener fichado antes cuál es el punto limpio más cercano, así puedes aprovechar viajes por otros motivos para parar de paso a dejar allí lo que necesites tirar. Seguro que está mucho más cerca de lo que piensas. Además, muchos ayuntamientos tienen puntos limpios móviles que paran por cada barrio en días concretos, así que tan solo tienes que localizarlo también y así saber que, por ejemplo, los lunes toca acercarse al punto móvil.

Este gesto es muy importante porque algunos de estos residuos, como las bombillas o los productos informáticos, pueden ser muy contaminantes si no se desechan de la forma adecuada. Y ahora que se acerca el fin de las Navidades, hay que tenerlo en cuenta especialmente: ¿sabías que el árbol de Navidad hay que llevarlo al punto limpio?

Difunde estos buenos propósitos

Puede sonar obvio, pero mejor aún que hacer real tus buenos propósitos es evangelizar sobre ellos. Es muy posible que otras personas estén de acuerdo en sumarse a tu propuesta y simplemente no habían caído en ella. Y si no es el caso, es la oportunidad ideal para convencerles de lo necesario que cuidar del medio ambiente. Además, así lo demás pueden ponerte a prueba una vez que avance el año... No sea que en abril se te hayan olvidado los buenos propósitos de Año Nuevo.