En la columna de opinión que escribe en la revista 'O, The Oprah Magazine', la presentadora Oprah Winfrey ha compartido con sus seguidores el tremendo susto que se llevó por un fuerte dolor e hinchazón en su cuello por el que se vio obligada a ir al médico. "Durante las siguientes cuatro horas, pensé lo peor. ¿Por qué se me hincharía repentinamente el cuello?", se pregunta.

El diagnóstico la sorprendió. Al parecer era una obstrucción en sus glándulas salivales: "No podía creerlo. Me hice una lectura de la presión arterial y estaba a 150/80, ya estaba pensando en cómo reorganizar mi vida para hacer frente a lo que fuera eso", comenta.

Sin embargo, quiso cerciorarse y contar con una segunda opinión médica que le dio el mismo resultado: "Me sentí agradecida. No sólo porque no fuera para tanto, sino por la simple coincidencia de que una pequeña glándula salival se obstruyera con mocos o una piedra de calcio y que eso interrumpiera todo mi sistema".

Una experiencia que le ha hecho pensar en su salud y replantearse su forma de vida. "Nuestros cuerpos son increíbles. Y muy a menudo no estamos agradecidos por su perfecto funcionamiento, equilibrando las bacterias y las enzimas, controlando el flujo sanguíneo, acelerando el 'pum pum, pum pum, pum pum' de nuestros corazones día tras día. Como dicen, no aprecias tu salud hasta que ya no la tienes", explica.