Los papeles de Mossack Fonseca han sacado a la luz numerosas sociedades controladas por personas próximas a Vladimir Putin. Una de las caras principales es la del famoso violoncelista ruso Sergei Roldugin. Amigo de la juventud de Putin, padrino de su hija mayor y músico en las fiestas privadas del presidente ruso. Su nombre aparece como propietario de dos sociedades offshore en Panamá y las Islas Vírgenes Británicas.

La compra de esas sociedades offshore se hizo a través del Banco Rossiya, considerado por Estados Unidos como el banco personal de Putin. Esta entidad financiera está detrás de la construcción de la estación de esquí de Igora. La preferida del presidente ruso y donde se celebró su boda una de sus hijas.

En 2008, Sergei Roldugin utilizó una de esas compañías para adquirir acciones del fabricante de camiones Kamaz. Sus vehículos fueron utilizados por Rusia cinco meses después durante la intervención militar en Georgia. No es el único amigo de Putin que amasó fortunas durante su mandato. Arkady Rotenberg fue compañero de clase de judo del mandatario ruso y se ha hecho multimillonario gracias a proyectos urbanísticos financiados por Rusia.

Rotenberg administró, al menos, dos de las tres sociedades que, según el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, pagaron al menos 185 millones de dólares a Sunbarn Limited, una empresa radicada en las Islas Vírgenes y creada por el Banco Rossiya. Un eslabón más de una presunta red clandestina que habría movido cerca de 2.000 millones de dólares.