Los muertos pesan ya demasiado. Unos y otros buscan la paz pero, de momento, la violencia domina las calles. Ante las críticas internacionales, Maduro celebra una conferencia nacional de paz, a la que no ha acudido la oposición. "No hagamos un drama de que alguien que haya dicho que no viene", ha declarado.
Pero la presion aumenta. El Parlamento Europeo debate la situación de Venezuela. El eurodiputado Luis Yánez pide que Europa actúe. Habla de manifestaciones pacíficas, pero con 150 heridos y 13 muertos. Entre ellos, un joven canario, Wilmer Carvallo, que murió de un tiro de la cabeza.
Juan Manuel Carrasco, hispanovenezolano, denuncia también violaciones: "Me bajaron los pantalones y me metieron un fusil por el ano". Algo que enseguida se ha apresurado a desmentir la fiscal general de Venezuela.
Si se demuestran las torturas, España podría intervenir aunque, previsiblemente, con restricciones, tras la reforma de la ley de derecho universal. Mientras, habrá que confiar en la justicia venezolana.