El Gobierno, bajo presión

La política se calienta en una semana marcada por el juicio contra David Sánchez y la tensión por la jornada laboral

Los detalles
El Gobierno ha protagonizado choques con el PP por la Ley de Vivienda y las investigaciones al hermano de Sánchez, pero también con Junts, que se niega a aprobar la reducción de la jornada laboral.

Vista general de las votaciones durante un pleno en el Congreso de los Diputados, a 20 de junio de 2024, en Madrid (España).
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Con el fin de mayo sube la temperatura ambiental y también la política. Los últimos días han estado marcados por la tensión entre el Gobierno y la oposición, en buena parte, por las acusaciones del corrupción que pesan sobre el entorno del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Esta semana se ha confirmado la apertura de juicio oral a David Sánchez, hermano del presidente, y al líder del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, que tendrán que declarar como acusados de prevaricación administrativa y tráfico de influencias.

Para el Partido Popular, este caso es un fraude "como una catedral". "Es un fraude como una catedral de grande que un dirigente socialista con el beneplácito de Pedro Sánchez intente escaparse de responder ante la justicia", asegura Carmen Fúnez, vicesecretaria General del PP.

Populares y socialistas también han chocado en los últimos días a cuenta de la Ley de Vivienda, de cuya aprobación se cumplen dos años, aunque el Gobierno apenas ha conseguido implementar medidas que tengan un impacto real en el mercado del alquiler. La ministra Isabel Rodríguez le reclama a Feijóo "sentido común" para beneficiar a los ciudadanos: "Se trata de un paquete de vivienda destinado a movilizar vivienda y acabar con la especulación".

Sin embargo, para el PP esta ley ha supuesto un fiasco sin paliativos. "Esa Ley lo único que ha traído es un fracaso total y absoluto. Los únicos beneficiados han sido los Okupas que hoy campan a sus anchas por nuestro país", responder Carmen Fúnez.

Pero el Gobierno no solo tiene tensión con el PP. Las relaciones tampoco son buenas con Junts, que se niega a apoyar la reducción de la jornada laboral impulsada por el Ejecutivo. La norma fue aprobada hace dos semanas por el Consejo de Ministros, pero Míriam Nogueras ha avisado de que su partido se negará a aprobar una norma para resolver algo que, para ella, "no es un problema real", lo que podría llevar al Gobierno a una derrota parlamentaria que pondría en peligro la estabilidad de la legislatura.