A primera hora de la mañana, agentes de Policía han irrumpido en el domicilio de Oleguer Pujol en Barcelona por orden del juez Santiago Pedraz. El objetivo era doble: investigar si ha habido blanqueo de capitales y fraude fiscal, y evitar el riesgo de destrucción de pruebas.

De hecho, según ha podido saber laSexta Noticias, Oleguer Pujol y su socio en Madrid, Luis Iglesias, poseían un 'botón del pánico' que les permitía el borrado automático de sus archivos desde cualquier lugar. Lo que demostraría un grado de sofisticación en el fraude hasta ahora nunca visto.

Perros adiestrados para localizar billetes escondidos han sido empleados en los siete registros que se han practicado en Madrid, Barcelona, Valencia y Melilla. A pesar de los indicios, CIU pide cautela. "El principio de presunción de inocencia también afecta a esta persona", ha explicado el diputado Carlos Campuzano.

Cómo pudo Oleguer, con 35 años y una empresa con un mes de vida, acometer una de las mayores operaciones inmobiliarias de la historia de España comprando 1.152 oficinas del Banco Santander por 2.100 millones de euros. Gaspar Llamazares sostiene que "la Fiscalía tiene que tomárselo más en serio".

El juez Pedraz investiga si la sociedades de Oleguer tenían ramificaciones en Holanda, Luxemburgo, Londres y la Isla de Guernsey. El dinero presuntamente viajaba de paraíso fiscal en paraíso fiscal con un objetivo doble: ocultar su origen y no tributar.

Oleguer Pujol, el benjamín del clan Pujol, realizó hasta siete operaciones inmobiliarias, ahora investigadas, con un patrimonio declarado de un piso de 85 metro cuadrados en Hospitalet y valorado en 65.000 euros.