Se llama Anas Al-Sharif
Los ojos del genocidio amenazados: Israel persigue y amenaza a un periodista de Al Jazeera desde 2023
Los detalles A raíz de la emoción que el reportero muestra cuando ve cómo una mujer se desmaya por el hambre, el portavoz del Ejército israelí le ha acusado de ser "un terrorista de Hamás" que "derrama lágrimas de cocodrilo".

Resumen IA supervisado
El periodista de Al Jazeera, Anas Al-Sharif, informaba en directo sobre la hambruna en Gaza cuando una mujer se desplomó ante él, emocionándolo visiblemente. Esta reacción ha sido criticada por Israel, cuyo portavoz de las Fuerzas de Defensa, Avichay Adraee, calificó el momento como una "producción de Hollywood" y acusó a Al-Sharif de ser un militante de Hamás. Al-Sharif, quien se ha convertido en una figura clave al informar desde Gaza, enfrenta amenazas constantes del Ejército israelí. El Comité para la Protección de los Periodistas pide su protección, ya que temen que su voz se sume a las de los 231 periodistas asesinados en este conflicto.
* Resumen supervisado por periodistas.
El periodista de Al Jazeera que aparece sobre estas líneas informaba en directo sobre la hambruna en Gaza cuando una mujer se desplomó frente a sus ojos y a los del resto del mundo. La imagen es tan dura que no pudo evitar emocionarse. Unas lágrimas que ahora Israel, en concreto, el portavoz de sus Fuerzas de Defensa, tachan de película.
"La película de hoy es una producción de Hollywood, patrocinada por Al Jazeera", ha asegurado Avichay Adraee, a lo que ha añadido que "el héroe es Anas y derrama lágrimas de cocodrilo". Así tratan de desacreditarlo acusándolo de ser un militante de Hamás: "Y el invitado especial es un terrorista de Hamás"
Anas Al-Sharif es clave en este genocidio, pues son los ojos del mundo en el enclave palestino. Precisamente, por eso, está en la diana del Ejército israelí, desde donde le amenazan, le acosan, le persiguen o le dicen que le están vigilando para matarlo. Por ello, el Comité para la Protección de los Periodistas pide su protección desesperadamente.
Ahora bien, esta no es la primera vez que las fuerzas de Israel se acercan a él. Ya en 2023 su casa fue blanco de un bombardeo israelí, mientras que en 2024 recibió amenazas constantes para que acabase con coberturas como las que aparecen sobre estas líneas. En definitiva, temen por su vida porque su voz no puede sumarse a las 231 de los periodistas asesinados durante este genocidio.