Cuatro noches interminables, con barricadas en cada esquina, coches ardiendo y numerosos comercios y bancos destrozados. Así fueron las protestas por el desalojo de Can Vies, ahora la Generalitat retirará parte de su acusación en este proceso.

Toni Castejón, secretario general del sindicato de Mossos d'Esquadra, explica que "sólo se retiran de un caso en el que fueron detenidas cuatro personas, que además denunciaron haber sufrido acoso y maltratos en comisaría". 

El caso Can Vies es uno de los siete procesos de los que se desmarca el Govern y los Mossos no están dispuestos a cruzarse de brazos. Se sienten moneda de cambio y piden explicaciones. 

La primera en dar explicaciones ha sido Neus Munté, consellera de Presidencia y portavoz del Govern, que ha dicho que sólo lo harán en casos concretos: "Básicamente se fundamenta en dos elementos: la existencia o no de trabajadores públicos afectados y la existencia, o no, de intereses públicos afectados".

Esta línea roja, según los sindicatos de Mossos, dejaría un margen demasiado amplio. David Miquel, portavoz del sindicato de Mossos d' Esquadra, afirma que "es bastante peligroso lo que se transmite, la Administración tiene la obligación de velar por los ciudadanos que cumplen las leyes y perseguir los delitos". 

Las otras causas afectadas son la concentración contra Mas en la Universidad de Girona en 2011 o los disturbios durante las huelgas generales de 2012. En total, 40 imputados. Desde la CUP aseguran que esta decisión no forma parte del acuerdo de Junts pel Sí, pero admiten que formó parte de sus exigencias durante las negociaciones y lo califican de buen gesto por parte del Govern.