Ambiente de fiesta en las inmediaciones del Ayuntamiento de Pamplona, frente a la seriedad del pleno en el que ha salido adelante la moción de censura contra Cristina Ibarrola. La líder de UPN llegó a la casa consistorial sucediendo a Enrique Maya, el mismo al que el ahora regidor, Joseba Asiron, le arrebató una vez la Alcaldía. Profesor euskaldun de Historia y firme defensor, dice, de la "convivencia", no sólo a nivel profesional sino personal, ha regresado este jueves, 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, al Ayuntamiento que perdió hace cuatro años.

La moción fue presentada por su partido, EH Bildu, de la mano de los socialistas, que no lograron llegar a un acuerdo de investidura después de las elecciones municipales del 28M. Esa situación fue la que abrió el camino a Ibarrola para gobernar en minoría, únicamente con el apoyo de sus ocho ediles (y el de la propia Ibarrola) y los dos del Partido Popular. Apenas seis meses después de aquello, la moción de censura ha salido adelante con el respaldo necesario y esperado: los 15 votos de EH Bildu, PSN y, además, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, frente a los 11 en contra, los mismos 11 que habían hecho alcaldesa a Ibarrola.

El pleno ha sido corto, mucho más de lo esperado, pese a que muchas de las intervenciones se realizan en los dos idiomas cooficiales, castellano y euskera. Tras un primer encontronazo entre PP y UPN y la presidencia de la Mesa de Edad, encarnada en el compañero de partido de Asiron, Koldo Martínez, por la decisión de recortar los tiempos de palabra de Asiron e Ibarrola de 10 a 6 minutos, el entonces aún candidato (y ahora ya alcalde) optó por ni siquiera usar su turno de palabra. Minutos antes de las 13:00h, Asiron recogía el bastón de mando en el pleno de despedida de Ibarrola.