Miguel Blesa falleció por autolesión por arma de fuego. Es la escueta información que ha ofrecido el Tribunal Superior de Justicia andaluz sobre la autopsia y ninguna autoridad la ha querido ampliar. Antonio Sainz, el delegado de Gobierno de Andalucía, se ha limitado a decir que no puede dar "más información".

Para los expertos, la clave para descartar que fuera un accidente la da el lugar del impacto. La médico forense María Jesús Carcía explica que es muy difícil que en un accidente se dispare a nivel precordial.

Fermín Gallardo no llegó a pensar que lo fuera. Al administrador de la finca e íntimo amigo del expresidente de Caja Madrid le pareció raro que Blesa dudase si ir o no. "Esta semana estaba mal, porque llamó dos o tres veces diciendo que venía, luego que no venía...", ha destacado Gallardo. Tampoco le pareció propio de él llegar de madrugada: "Es un hombre muy ordenado, llegó a las dos de la mañana, y eso él no lo ha hecho nunca".

Según Gallardo, el expresidente de Caja Madrid solía cazar con las armas de la finca, pero esta vez llevó la suya. "No ha querido comprometernos a nosotros y se ha traído su arma", pensó en un principio.

Antes de suicidarse, Blesa se aseguró de que sus acompañantes tenían el teléfono de su mujer. "Le dijo a Rafa Alcaide que cogiera el número de su mujer por si le tienes que llamar por algo", ha precisado el amigo de Blesa. Poco después, salió para cambiar el coche de sitio. "Dijo que iba a llevar el coche a la sombra, y ellos estaban todavía desayunando cuando escucharon el tiro", ha detallado Gallardo.

La llamada al 112 se registró a las ocho menos diez, y a las nueve menos veinte los sanitarios confirmaron la muerte. El mismo Gallardo fue el que le dio la noticia a la mujer del exbanquero. "Cuando se lo dije empezó a llorar y cortó el teléfono. Luego me llamó a las 14:30 y me dijo que no sabía qué hacer", dijo.