Por el revuelo a la entrada se intuía la importancia de una reunión clave de Podemos después de que Íñigo Errejón se sumara a la marca electoral Más Madrid, de Manuela Carmena.

Pablo Iglesias, de baja baja por paternidad, no ha estado pero sí ha intervenido por teléfono para hacer pública una carta en la que, aunque señala que Errejón no es un traidor y debe ser un aliado, su tono es duro: "Hacer las cosas en secreto, por sorpresa y sin contar con los espacios colectivos me parece incompatible con formar parte de Podemos".

Advierte Iglesias que PSOE y Ciudadanos quieren "una izquierda amable escindida de Podemos". Llama a construir una confluencia lo más amplia posible y a la vez habla así de Carmena: "No es lo que era pero representa lo más útil para impedir que la derecha reconquiste el poder municipal en Madrid".

A pesar de las aguas revueltas, se repite un mensaje en el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos. Tanto quienes están del lado de Iglesias como de los afines de Errejón apuestan por "debatir" y por "llegar a un acuerdo entre todas las fuerzas".

En en esa línea ha hablado en Al Rojo Vivo el líder de Podemos en Castilla La Mancha, José García Molina, que pide acabar con e fuego cruzado y ponr sentido común.

Íñigo Errejón no ha asistido a la reunión y Jorge Moruno, uno de los miembros de su candidatura, apunta por qué: "Simplemente se le ha vetado y ha entendido que si es un escollo para llegar a acuerdos no pasa nada. Lo que importa es mirar hacia fuera y convencer a la gente para desalojar al PP".