Cataluña no está en la
agenda de la Unión Europea, aunque sí hay preocupación por lo que está
sucediendo. Desde el Partido Popular, avisan de un posible contagio que podría
extenderse a otros países. "Si España se rompe por Cataluña, una fila de
fichas de dominó la seguirá por el continente", asegura Esteban González
Pons.
Una idea que también
comparte el exprimer ministro francés Manuel Valls, que además, advierte: "Primero es Cataluña, después
el País Vasco, luego el País Vasco francés, luego el norte de Italia y luego la
guerra".
El sentimiento
separatista no está solo latente en Cataluña,
Escocia es el caso más reciente. En 2014 ya hubo un referéndum en el que
más del 55% de la población votó que 'no' a la independencia.
En Alemania, el Tribunal
Constitucional dictó en enero que Baviera no puede celebrar el referéndum de
independencia que llevan años exigiendo. En Bélgica, la coalición de Gobierno lleva la
independencia de Flandes en su programa.
El caso más reciente está en Italia: las regiones de Véneto y Lombardía
celebrarán un referéndum consultivo y no vinculante el 22 octubre. No buscan la
independencia, sino ganar más autonomía.
La Unión Europea se niega
a mediar en el conflicto, por un lado, teme que la situación de Cataluña desestabilice
la zona y argumenta que la cuestión catalana debe solucionarse con diálogo
entre el Gobierno central y el Govern de Cataluña.