Desde Izquierda Unida han pedido a la Iglesia que se dedique a los problemas de la tierra. El acto multitudinario de este domingo en Tarragona fue la mayor beatificación en la historia de la Iglesia española, que homenajeó a 522 religiosos asesinados en la Guerra Civil.
Pero también ha suscitado una polémica de similares magnitudes. El Presidente de la Asociación por la Recuperación de Memoria Histórica, Emilio Silva, opina que "el discurso de la jearaquía de la iglesia como víctima para sobreactuado".
Por su parte, el coordinador federal de IU, Cayo Lara, asegura que "es una paradoja que se salve la vida en los cielos mientras hay miles de personas en las cunetas".
Desde la Conferencia Episcopal mantienen que la Iglesia no se olvida de ninguna víctima pero evitan referirse directamente a las del franquismo. Así lo ha dicho Juan Antonio Martínez Camino, Portavoz de la Conferencia Episcopal, "a todas las víctimas hay que ofrecerles el respeto y la admiración de inocentes".
Critican a los que piden exhumar todas las fosas comunes, dicen que no tienen en cuenta a sus muertos. Jaume Pujol, Arzobispo de Tarragona, criticó "cuando veo la lista de la memoria histórica veo que no están mis sacerdotes ni mi obispo"
Al acto asistieron varios ministros, entre ellos Jorge Fernández Díaz, ministro de Interior. Asegura que lo vivió con una profunda emoción y que la beatificación no iba contra nadie.
PSOE e IU van a registrar una proposición no de ley en el Congreso para que en un plazo de dos años se localicen y se abran todas las fosas comunes y poder exhumar 2.000 enterramientos.