Desde agosto, Rusia ha presionado a España paralizando las adopciones de unas 500 familias. Los colectivos de gays y lesbianas se sienten discriminados.

España podrá adoptar en Rusia. Eso sí, se compromete con el gobierno homófobo de Putin a pedirles autorización en caso de tener que recolocar a niños adoptados con familias homosexuales. Un claro ejemplo de discriminación, según algunos colectivos.

Desde verano, el gobierno ruso paralizó las adopciones con los países que permiten el matrimonio gay hasta que existiera un acuerdo que garantizara que los niños no serían criados por homosexuales. Unas 500 familias españolas se vieron atrapadas con esta decisión.

Rusia es el país de origen en el que más niños se adoptan, de los 34 con los que Madrid tiene acuerdo. Y desde 2009 ambos países tenían pendiente la firma del acuerdo.

El gobierno alega que para continuar las adopciones se debe aceptar la normativa de cada país. Algo que también consideran las familias que esperan.

Los colectivos de hosexuales seguirán adelante con la protesta mientras el Gobierno tiene pensado firmar el polémico convenio en enero.