Rodrigo Rato es también noticia por otro contrato sospechoso que Hacienda le investiga. Rato dimitió de Bankia en 2012, y unos meses después fichó por el fondo americano TPG, que quiso rentabilizar su fichaje comprando la inmobiliaria Servihabitat. ¿Cómo? Curiosamente, haciendo negocio con la basura del ladrillo y los créditos que Bankia había entregado a la Sareb, el 'banco malo'.

Rato intentó convencer al 'banco malo' de que contratase a su empresa, a pesar de que no parecía lo más ético para alguien que estuvo en Bankia. Rato no consiguió el contrato, pero Hacienda sospecha que no declaró sus cobros.