La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha dicho que quiere dejar atrás "cuanto antes" la crisis en las relaciones con Marruecos, al tiempo que ha defendido que España "nunca quiso esta situación, nunca la buscó, no la desea y no la alimenta", y ha abogado por el diálogo y la diplomacia.

Las autoridades marroquíes permitieron la entrada de migrantes a Ceuta a principios de semana y han llamado a consulta a su embajadora porque España permitió en abril que el jefe del Frente Polisario Saharaui, Brahim Ghali, fuera atendido en un hospital de Logroño.

En declaraciones a 'RNE', la ministra ha dicho que sintió "mucho dolor y preocupación" por el sufrimiento ante esa masiva llegada de personas a Ceuta y que España "no juega a las represalias con los países socios, amigos y vecinos", sin descartar "la firmeza, cuando hay que tenerla".

Así, González Laya ha defendido que a la "inmigración desordenada, irregular, que está en manos de mafias", hay que contrarrestarla y, para ello, se trabaja en Europa con el pacto por la migración, "buscando que sea una lucha común, conjunta con los vecinos", porque, según ha dicho, no es solo un problema de los países limítrofes, sino de toda la Unión Europea.

Preguntada por si lo ocurrido en Ceuta ha sido la respuesta marroquí a la presencia en España de Ghali, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ha reconocido que es "una medida unilateral a un gesto humanitario a una persona que estaba en estado critico". Y respecto a cómo se reconducirán las relaciones con Marruecos, la ministra ha considerado que "hay que mirar hacia el futuro y evitar que estas escenas se reproduzcan", además de ayudar a retornar a los que quieren volver a ese país.

Afirma que Ghali "volverá a su país cuando se recupere"

"Para ello, estamos con las autoridades marroquíes", ha expresado, argumentando que "reconducir la relación es clave para los dos países", por lo que, tal y como ha indicado, mantienen muchas conversaciones de manera discreta. En cuanto a Ghali, Laya ha señalado que, "cuando se recupere volverá a su país".

Sobre la situación del Sahara, González Laya ha recordado que en diciembre Marruecos e Israel normalizaron relaciones a cambio de que Estados Unidos reconociera la soberanía de Marruecos sobre ese territorio. "Al conocer el acuerdo -ha continuado-, respondimos con respeto como siempre hacemos con las decisiones de los demás. A nosotros nos importa la legalidad internacional" y en este asunto, ha agregado, "hay un contencioso que necesita una respuesta política, que tienen que encontrar las partes".

"Nunca haremos nada que suponga agravios para Marruecos"

Para España, ha indicado, no hay una "solución favorita y cualquiera que salga, se respetará", tras lo que ha recordado que se trabaja con la ONU para nombrar un enviado "que ayude a las partes" porque "preocupa este contencioso". "Nunca haremos nada que suponga agravios para Marruecos, Argelia o el Polisario", ha sentenciado.

Además, en declaraciones a 'El País', Laya ha afirmado que España es respetuosa en su relaciones con todos los países, pero también piden "que lo sean con nosotros", y reconoce que la crisis con Marruecos "está lejos de terminar". La ministra ha asegurado que no responderá con "gestos hostiles que llegan del otro lado del Estrecho" y que no va a llamar a consultas a su embajador en Rabat.

Marruecos acusa a España de "crear" la crisis

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Naser Bourita, ha acusado a España de ser la responsable de "crear" la crisis abierta por la presencia del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para luego querer que la asuma Europa.

"España no consultó a Europa antes de tomar decisiones que afectan a los intereses de Marruecos. España no consultó a Europa antes de incumplir los criterios Schengen para aceptar la entrada fraudulenta de una persona buscada por la justicia española. España ha creado una crisis y quiere ahora que la asuma Europa", ha afirmado.