A Raquel Rodríguez se le vino el mundo encima cuando los médicos le comunicaron que su hija venía con una malformación cardiaca grave. "Venía con un solo ventrículo", nos cuenta.
Gracias a la ecografía de la semana 20 supieron que su futura hija tendría una vida de operaciones de corazón desde el mismo momento de su nacimiento: "Serían operaciones paliativas, nunca curativas". Raquel no entiende cómo la nueva ley del aborto no la dejaría decidir ante una malformación tan grave: "¿Qué vida iba a tener mi niña?", se lamenta.
Es la misma crítica que realizan los 400 genetistas, obstetras y biólogos. Creen que va a suponer un retroceso para el sistema sanitario español. "Con esta ley estamos permitiendo que nazcan niños que van a fallecer en pocos meses", denuncia Javier García-Planells, presidente de la Asociación Española de Diagnóstico Prenatal.
Las pruebas en el embarazo descubren muchas patologías, por eso los científicos critican el anteproyecto de Gallardón. "Las mujeres abortarán fuera y no sabrán si la enfermedad se repetirá en otro embarazo", en palabras de la ginecóloga Pilar Martínez Ten. Tanto ellos como Raquel piden al gobierno que rectifique el punto de las malformaciones en la nueva ley del aborto.