El presidente del segundo mayor banco de España no tiene problema en hablar de política y, a pesar de su declarada neutralidad, ha terminado mojándose. Dice conocer bien a Rajoy, pero le recuerda su asignatura pendiente.

Menciones positivas también para el candidato socialista aunque lo deja en el aire: "Es razonable, pero luego cada uno va por donde va y tiene sus programas". Pero cuando se le pregunta por Albert Rivera, no tarda en alabarle. Le considera "normal", y con muchas horas de dedicación a su espalda.

Palabras también para Pablo Iglesias. Es el único con el que no se ha reunido aunque le considere, dice, un personaje importante. Y asegura que tiene muchas cosas que decirle sobre "cómo crear empleo y hacer crecer la economía".

Tampoco ha dejado pasar la oportunidad para hablar de Podemos. Califica sus programas de inviables y populistas: "No digamos tonterías". Y lanza una advertencia de cara a las próximas elecciones: "Si ganan los radicales o partidos que no creen en la economía de mercado, el dinero que engrasa la economía reaccionará, y se retirará". Insiste de nuevo en la corrupción, y aconseja no cruzar esa línea, por el beneficio del país.