Los resultados de las elecciones en Castilla y León han acabado con la tregua entre Génova y Sol. Isabel Díaz Ayuso ha adoptado un discurso propio y, alejada de la postura de Génova, ha apostado por pactar con la extrema derecha para gobernar en la Junta.

La presidenta madrileña ha instado a "blindar a Castilla y León de políticas identitarias, pobreza y desesperanza" y ha hecho referencia a un posible pacto de Mañueco con Vox: "Que no nos importe lo que opine la izquierda de nuestros pactos". Por ello, ha dicho, ha estado "implicada" en la campaña electoral. "Siempre he estado donde se me ha pedido, y siempre es siempre".

Respecto a los resultados electorales, el secretario general del partido quiso ensalzar la figura del presidente, asegurando que "Pablo Casado es el que gana" y "la papeleta es del PP, encabece la lista Isabel Díaz Ayuso, Alberto Núñez Feijóo o Alfonso Fernández Mañueco". Asimismo, Teodoro García Egea cuestionó que "cuando se pierde no sea culpa del candidato, sino de Pablo Casado, y cuando se gana con intensidad, como es el caso de Galicia o Madrid, Casado no tenga nada que ver". "Me gustaría que las críticas fueran más coherentes", sentenció al respecto.

Por su parte, el líder del PP en Castilla y León se ha sumado a la consigna de Génova y ha marcado distancias con Vox. Lo ha hecho asegurando que su partido no dará "un paso atrás en la defensa de la igualdad social, laboral, de oportunidades y entre hombres y mujeres". Y es que la extrema derecha ha exigido la derogación de la ley de violencia de género y de memoria histórica en Castilla y León.

El candidato 'popular' ha defendido que no tiene "líneas rojas, pero sí grandes principios" y "la igualdad no es negociable para el PP". Así, ha dejado claro que su programa es que el debe regir las negociaciones porque es el que ha ganado las elecciones autonómicas.

En una rueda de prensa, Mañueco ha vuelto a defender su objetivo de gobernar en "solitario" para "garantizar un Ejecutivo fuerte, con una sola voz, un camino trazado y que surja del pacto parlamentario". Sin embargo, los 31 procuradores que ha logrado le dejan muy lejos de la mayoría absoluta, que se sitúa en los 41 escaños.

Respecto a los posibles cargos de la Junta, ha insistido en que "esto no va de sillones", sino "de personas". "Se equivoca quien hace números sin hablar de proyectos y quien quiere equiparar la situación de hoy a la de hace tres años". Así ha respondido a Santiago Abascal, tras conocer el resultado de los comicios, dijo "qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo".

Vuelve a pedir que se celebre ya el Congreso de Madrid

Además, Isabel Díaz Ayuso ha pedido que se celebre ya el Congreso del Partido Popular en Madrid. Una demanda que ya este lunes adelantó el consejero de Educación y de la Portavocía, Enrique Ossorio.

La presidenta madrileña asegura que "no es una cuestión de que se adelante nada" y asegura que no ejercerá ningún tipo de presión al respecto, pero insta a "no seguir retrasando la voz de los afiliados y que la ilusión del votante en Madrid no pare". "Mi propuesta no va a ser presionar ni pedir, simplemente dejar a la organización trabajar y seguir adelante".

En su intervención en el desayuno protagonizado por Ossorio, se ha referido de manera explícita a Pablo Casado asegurando que el partido se pondrá "a su disposición" porque Madrid "también es su casa y su circunscripción". Así las cosas, ha querido dejar claro que su postura no es ir "en contra" de su formación, "sino a favor".

Sin embargo, desde Génova rechazan esta petición y este lunes aseguraron que "no hay noticias" sobre un posible adelanto. En la Ejecutiva nacional no sentaron bien las declaraciones que dio el el portavoz del Ejecutivo regional, que calificó los resultados electorales de "buena noticia" y dijo que el Congreso del PP debe adelantarse para poder prepararse las elecciones de 2023. "Tiene haber un congreso lo antes posible", apuntó en Telemadrid.