Felipe VI hizo una pequeña referencia a la crisis al principio de su discurso, habló de tiempos complejo y difíciles: "La dureza y la duración de la crisis económica en muchas familias produce incertidumbre por su futuro". Pero, de inmediato, pasó al tema de la corrupción al que dedicó, renglón a renglón, un minuto y medio: "necesitamos una profunda regeneración de nuestra vida colectiva, la lucha contra la corrupción es un objetivo irrenunciable".

No se refirió de manera explícita a su hermana, la infanta Cristina, pero sí criticó conductas muy similares a las que se han destapado con en el Caso Nóos: "Que desempeñar un cargo público no sea un medio para aprovecharse o enriquecerse". Y zanjó este asunto con un mensaje claro y directo: "Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción".

La parte central del discurso la dedicó a la situación económica: "Los índices de empleo son todavía inaceptables". Para el rey, la lucha contra el paro debe seguir siendo una gran prioridad y reclamó unidad a los agentes sociales, "anteponiendo sólo el interés de la ciudadanía. La economía al servicio de las personas". Pero también fue optimista, y en la línea del Gobierno resaltó aspectos positivos: "Las principales magnitudes macro están mejorando y hemos recuperado el crecimiento económico y la creación de empleo".

El tema al que más tiempo dedicó en su discurso fue Cataluña, a la que "millones de españoles llevamos en el corazón". Dijo que le duelen y le preocupan las fracturas y lanzó un claro mensaje a Artur Mas: "Nadie en la España de hoy es adversario de nadie". Defendió sumar diferencias y "repetar la Constitución".

Y hubo dos mensajes más, uno para defender la democracia instaurada por los dos grandes partidos políticos: "Disfrutamos de una estabilidad política". y hubo una referencia a su padre, muy breve y muy poco personal, simplemente para resaltar que la abdicación fue ejemplar.

Felipe VI se despidió, después de 13 minutos, en las cuatro lenguas cooficiales. Las palabras que más pronunció fueron España, futuro y confianza. Un claro intento por mirar poco al pasado y mucho al frente.