Los medios de comunicación publicarán este lunes las últimas encuestas ante la prohibición de la ley electoral de que se difundan o reproduzcan nuevos sondeos desde cinco días antes de la celebración de las elecciones.

Éste es el glosario de los principales conceptos demoscópicos para no perderse en la última oleada de encuestas de la campaña de los comicios del 28 de abril:

Intención de voto: La intención de voto es la que se obtiene de la respuesta espontánea que los encuestados dan a la pregunta de a qué partido votarían en las elecciones. Se considera, por tanto, un dato en bruto, sin refinar, al que no se aplica ninguna otra variable, por lo que los expertos demoscópicos lo consideran insuficiente para determinar a quién votará una persona.

Estimación de voto: A diferencia de la intención de voto, la estimación tiene en cuenta elementos como el recuerdo de a qué partido apoyó en anteriores elecciones, la valoración de los líderes políticos, si van a ir a votar o la simpatía por unas siglas u otras. Con estos datos, se corrigen posibles desviaciones y sesgos y se obtiene un resultado más afinado desde el punto de vista técnico.

La 'cocina': La técnica empleada para ponderar los datos recopilados y conocer la estimación de voto es la que se conoce popularmente como la 'cocina'. Cada empresa demoscópica tiene su propia receta, que es secreta. En función de cómo se guisen los datos, el resultado final puede variar. La 'cocina' más famosa, y la que más controversia ha causado siempre, es la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), lo que llevó al ahora presidente de este organismo público, José Félix Tezanos, a suprimirla cuando llegó al cargo, aunque, ante las críticas recibidas, la ha rescatado en los últimos sondeos.

El 'tracking': Se trata de una encuesta continua para conocer la evolución de la intención de voto del electorado durante la campaña. Algunos medios recurren a ella para dar información durante varios días seguidos y también es muy habitual que las usen los partidos de manera interna como herramienta para tener información constante sobre la que basar su estrategia.

Las 'israelitas': Es el sondeo a pie de urna que se efectúa en la jornada electoral a la salida de los colegios a ciudadanos que acaban de depositar su papeleta. Las 'israelitas' permiten a los medios que las publican tener información de tendencia de voto, con horquilla de escaños, nada más cerrarse las urnas hasta que comienzan a darse datos del escrutinio. Su complejidad es que se dispone de poco tiempo para elaborar los datos que se van recogiendo durante el día y tratar de anticipar el resultado final.

Voto oculto: Los consultados que en los sondeos no dicen la verdad de a qué partido van a votar o esconden su preferencia representan el voto oculto, en ocasiones porque los partidos por los que se inclinan generan menos simpatías. El voto oculto es un obstáculo para calcular las proyecciones y puede ser una de las causas de que no se cumplan las expectativas de las empresas demoscópicas.

El mercado de la fruta: A partir del martes, no se podrán publicar ni reproducir sondeos en España por ningún medio, tampoco en internet, pero la ley solo alcanza las fronteras nacionales, por lo que sí se pueden divulgar en otros países. Desde 2008, El Periòdic de Andorra empezó a difundir un barómetro electoral diario en la recta final de la campaña que en las redes sociales replicaron emparejando a los principales partidos con frutas y colores: PSOE, una fresa; PP, una gota de agua azul; Cs, una naranja, y Podemos, una berenjena.