El mensaje más esperado por los socialistas era la lectura de la situación el expresidente Felipe González que deja un ambiguo titular: "Ni el PP ni el PSOE deberían impedir que el otro Gobierne".
Pero no aclara que hay que hacer, por una parte deja caer, que PP y Ciuddanos, tienen más escaños que la coalición PSOE-Podemos-IU, pero prefiere un gobierno progresista y reformista. Aunque dice, que si no es posible no habría que obstaculizar la posibilidad de un gobierno distinto.
Mensaje confuso que su partido, tampoco aclara. Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana asegura que "Felipe González dice muchas cosas y en algunas es difícil no coincidir".
Lo que sí descarta una gran coalición el bipartidismo, con Ciudadanos, porque dejarían la oposición a Podemos y eso dice sería una estupidez. A medio plazo daría alas a los de Iglesias que define como "puro leninismo 3.0" con una "política liquidacionista".
La presidenta balear le recuerda, que gobierna con el apoyo de Podemos, y no ha pasado nada. Pero a esta hora, la vieja guardia se reúne para dejar claro que no quieren eso para España.
Más prudente se muestra la presidenta andaluza Susana Díaz que señala que respeta "todas las posiciones" y aclara que "la posición del partido se definirá el sábado". En el Comité Federal, aclarará cuál es su postura.