Cuando se inicia una legislatura y al recoger su acta de diputado, el Congreso ofrece a sus señorías un 'kit tecnológico' que está conformado por un móvil de última generación, una tableta iPad y una línea ADSL en su domicilio. Útiles de trabajo que los parlamentarios deben devolver al término de la legislatura, aunque también tienen la opción de poder quedárselos si a cambio abonan la cantidad que por ellos establezca en cada caso la Mesa del Congreso.

En concreto, al término de la X Legislatura, la que acabó en diciembre tras cuatro años de mayoría absoluta del PP, un total de 332 de los 350 diputados que conformaron el arco parlamentario decidió comprar la tableta, según los datos facilitados por el Congreso.

La mayoría se inclinó por esta opción porque el precio que la Cámara cobró por cada una de las tabletas fue de 50 euros, un importe muy bajo respecto al precio que este tipo de dispositivos cuesta en el mercado, en torno a los 290 euros. Eso sí, pagaron esa cantidad después de cuatro años de uso.

Si bien con el abono de esas 332 tabletas se han recaudado 16.660 euros, el Congreso no facilita el listado de los diputados que optaron por quedarse con la tableta alegando que "suministrar información individualizada supondría facilitar datos de carácter personal", lo que va en contra de la conocida como Ley de Transparencia.

En la legislatura recién terminada, y habida cuenta de que había sido tan corta y muchos de los diputados van a repetir mandato, la Mesa del Congreso decidió que los parlamentarios no devolvieran su 'kit tecnológico' hasta confirmarse que no volvían a su escaño tras las elecciones generales del próximo 26 de junio.